lunes

Inercia




Hoy amanecí con una nostalgia capaz de mover mi cuerpo a cabalidad, de seguro fue causado por la manera violenta en la que me desperté, mi hermana gritando entra a la casa vociferando que nuestra perra fue atropellada,ya nada podía arruinar ese despertar. ¿Cómo calmarla si la histeria corría por cada milimetro de su piel? He vivido sucesos en los cuales mujeres han caído en inertes corrientes de energía, sacando la cordura de sus mentes y afilando palabras al aire de suficiente ardor como para envenar a cualquiera, recuerdo una vez que fue por mi culpa el inicio de dicho estado en una femina ciega del alma, juré desde ahí jamás osaría a llegar al punto cúlmine de una discusión para presenciar a alguien comportandose así, me da miedo.
De seguro hubiera sido un día normal, pero siempre he pensado que el destino te da pistas que debes tomar sin vacilaciones, descifrarla cada atisbo de luz y así actuar con mayor claridad. Había sido fuerte en mi intrínseca desición de seguir intacta hasta ahora, mas creo que aquel hecho consiguió el suficiente merito para yo enviar un e-mail de suma urgencia, no porque deseara revivir alguna sensación o estado amniótico sino más bien para agradecer el paso de una mujer en mi vida, de una viajera en trance con la cual creamos una distancia abismal, no, no ... con la cual yo cree una distancia abismal.
Las cosas no cambiarán, ni ahora ni en cien años más, pero eso no evita sentir un vacío que probablemente olvide en algún tiempo más, confieso que cuesta levantarme en la mañana, sin nadie a quien contemplar, esa sensación de desamparo al despertar abrazada a la nada por una ilógica reiteración mediante la inercia, el llegar a casa y no tener a nadie a quien abrazar solo por encontrar un instante de paz después de llegar de esa constante lucha con la vorágine urbana, el asear tu hogar porque sabes que es el lugar en el mundo donde compartes tu vida, es casi un martirio ver en tus pertenencias el rastro de aquella sombra pasada, sus huellas impregnadas en cada rincón susurra a tu oído lo dificil que será partir bajo un nuevo Sol.
Ya no hay respuestas para mis preguntas. Ya no hay nada.
¿Cómo estás?- preguntas con aquel tono de niña sin siquiera pensar las respuestas que vuelan por mi cabeza, todo se vuelve un caos por la pluralidad de sensaciones que afloran cuando escucho tu voz.
Bien,gracias.

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De qué pudor de la melancolía.


( c e l o ) s í a